En Alemania ha caído ligeramente el consumo de café, la bebida predilecta de los alemanes, por encima de la cerveza, según un reciente estudio. De acuerdo con la consultora Nielsen, cada alemán compró en 2016 una media de 4,2 kilos de café, por los que desembolsó 41 euros.
En total se destinaron casi 3.340 millones de euros al café molido, en grano o en monodosis (pad o cápsula) equivalentes a unas 345.000 toneladas, una cifra ligeramente por debajo de la registrada en 2015.
El experto Michael Griess atribuye la caída del consumo al aumento de precios. Desde 2016 ha habido fuertes incrementos, explica. Alemania es uno de los principales mercados para el café de América Latina.
Los alemanes beben una media per cápita de 162 litros de café al año, más que agua mineral (144 litros en 2015) y cerveza (106 litros en 2015). La variante más popular es el café filtrado, con dos tercios del consumo. Muy por detrás le siguen el café espresso en grano, los pads y las cápsulas.
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