Elaborando Pfannkuchen en casa

Fuente: https://cronicasgermanicas.com

¡Convierte un día ordinario en extraordinario desayunando Pfannkuchen!

Hoy te traigo una riquísima receta y muy sencilla de elaborar.

Sorprende a los tuyos con un exquisito desayuno. Para todos los gustos porque es ideal tanto con complementos dulces como salados. Y para todos los públicos: ¡mayores y pequeños!

Ingredientes:

  • 300gr. de harina
  • 3 huevos
  • Sal
  • Azúcar
  • 100ml. de leche
  • Aceite
  • 50ml. de agua con gas

 

Preparación

Introduciremos la harina primero en un bol

Seguidamente vienen los huevos: del primer huevo reservar la mitad de la clara en otro bol. Poner el segundo huevo entero y del tercero sólo la yema y reservar la clara junto a la del primero en el bol para después.

Añadir el pellizco de sal

Añadir una cucharada sopera de azúcar

Añadir la leche

Añadir el agua con gas

Mezclarlo todo con la ayuda de unas varillas. Cuando veas que la mezcla va tomando cuerpo, añade un chorrito de aceite.

Si la masa quedara algo seca, te puedes ayudar añadiendo un poco más de agua con gas.

Ahora sí es el turno de batir la clara que habíamos reservado a punto de nieve. Una vez lista la añadiremos a la masa.

Tipp: Al mezclar las claras a punto de nieve hacerlo CON MUCHO MIMO Y CUIDADO. Muy despacio y levantando la masa con las varillas.

Echar un poco de mantequilla en una sartén y, con la ayuda de un cucharón, meter algo de la masa. La medida dependerá de lo grande que sea la sartén escogida, puesto que puedes decidir si hacerlos grandes o pequeños. Para una sartén más bien grande suele ir bien la medida del propio cucharón.

El Pfannkuchen suele estar listo por un lado en un minuto. Sin embargo, iremos controlando la temperatura del fuego, subiendo y bajando dependiendo de cada cocina. Deberían quedar con un color algo tostadito.

En cuanto esté listo de un lado, ¡girar!

Se puede degustar sólo o con tus complementos favoritos.

Lo mejor es comerlos en el momento, pero pueden conservarse, dejándolos enfriar primero antes de taparlos, en un plato cubierto de papel film y en la nevera.

Si este último es nuestro caso, para tomarlos calentaremos una sartén con una chispilla de mantequilla y los pasaremos para quitarles el frío. ¡Y estarán listos para rellenarlos con nuestros complementos favoritos!

Espero que te hayan gustado, te parezca sencillo y te animes. ¡Y sobre todo que vuelvas para contármelo!

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