Fuente: directoalpaladar.com/
El sentido original del carnaval se ha perdido un poco pero seguimos manteniendo las tradiciones que más nos gustan, que obviamente tienen que ver con las recetas más típicas de estas fiestas. Todavía en invierno y antes de la Cuaresma el cuerpo pedía calorías, por eso encontramos tantos buñuelos y masas fritas por toda Europa.
En países como Alemania o Suiza el carnaval también se celebra por todo lo alto y no faltan tentadoras recetas de dulces fritos como estos Mutzenmandeln, una suerte de buñuelos esponjosos con la incorporación de la almendra, deliciosamente aromatizados con canela y limón. Si os gusta la dulcería de sartén, os encantarán estas pequeñas tentaciones.
La forma es lo de menos, realmente en muchos hogares las preparan simplemente formando bolitas más o menos alargadas con las manos. El acabado también varía según el gusto personal; bien se rebozan en una mezcla de azúcar y canela -o solo azúcar-, bien se cubren con azúcar glasé. En estas fiestas los dulces no destacan precisamente por la estética, lo importante es devorarlos al son de la música de los desfiles.
Derretir la mantequilla a baja potencia e intervalos cortos usando el microondas, añadir la ralladura de medio limón y dejar que se enfríe un poco. Batir mientras tanto los huevos con el azúcar en un recipiente, a mano o con una batidora de varillas, hasta que crezca en volumen.
Añadir la mantequilla derretida y batir un poco más. Mezclar aparte o tamizar la almendra molida con la harina, la sal, la canela y la levadura, y echar a la primera preparación. Batir a velocidad baja hasta incorporarlo todo y terminar de mezclar con una espátula o lengüeta. Dejar reposar en la nevera como mínimo 30 minutos.
Preparar una bandeja o fuente con papel de cocina y otro recipiente con azúcar, mezclado con una pizca de canela -opcional-. También se pueden espolvorear después con azúcar glasé, va un poco en gustos. Disponer un cazo o sartén profunda con abundante aceite para freír.
Podemos dar la forma más tradicional a la masa, alargada y acabada en punta, como una almendra, pero tampoco es necesario. Es suficiente con tomar pequeñas porciones de unos 20 g y formar bolitas o porciones ovaladas. Deberían ser maleables con las manos.