Clásicos como la tarta de queso de la abuela nunca pasan de moda y son universalmente adorados.
Aunque las recetas familiares antiguas siempre triunfan, puedes añadir un toque especial, por ejemplo, ¡con unas ciruelas frescas! Esto transforma la sencilla tarta de queso en una explosión frutal. Las sutiles notas de limón y vainilla realzan a la perfección el sabor de las ciruelas!
Ingredientes:
Para la masa:
Para la mezcla de la tarta de queso:
Preparación:
1. Primero, mezcle la mantequilla, el azúcar, la canela, el azúcar de vainilla, la harina y la avena en un tazón. Con una batidora eléctrica (gancho para masa), mezcle hasta obtener migas gruesas y refrigere.
2. Descongele las ciruelas, séquelas y mézclelas con el almidón de maíz.
3. Precaliente el horno a 180 °C (calor superior e inferior) y forre un molde desmontable de 24 cm con papel de horno. Vierta ¾ de las migas en el molde desmontable y presione firmemente el fondo y los lados para crear un borde de masa de aproximadamente 2 cm de alto.
4. Luego, ponga los huevos, el azúcar y el aroma de limón en un tazón y bata con una batidora eléctrica hasta que esté espumoso. Agregue el requesón y la crema agria y mezcle hasta obtener una mezcla homogénea. Finalmente, incorpore el pudín en polvo y viértala en el molde desmontable.
5. Hornee el pastel en el horno precalentado durante unos 20 minutos. Luego, extienda las ciruelas sobre la mezcla de tarta de queso y cubra con el resto de las migas.
6. Hornee durante unos 30-40 minutos. Compruebe si el pastel está bien horneado con una brocheta de madera.