El Bauernfrühstück, que literalmente significa "desayuno del granjero", es una receta tradicional alemana que combina ingredientes sencillos y nutritivos: patatas, huevos, cebolla y embutidos. Aunque originalmente se preparaba como una comida contundente para comenzar el día en las zonas rurales, hoy en día se disfruta a cualquier hora como plato completo.
500 g de patatas cocidas (mejor del día anterior)
1 cebolla grande
100 g de bacon o jamón curado en cubitos (puedes usar también salchichas tipo Lyoner o Leberkäse)
4 huevos
Aceite o manteca para freír
Sal y pimienta al gusto
Cebollino o perejil picado para decorar (opcional)
Pepinillos agridulces o ensalada como acompañamiento (opcional)
Preparar las patatas: Pela las patatas cocidas y córtalas en rodajas o dados medianos.
Freír la cebolla y el bacon: En una sartén grande, calienta un poco de aceite o manteca. Añade la cebolla cortada en juliana y sofríe hasta que esté transparente. Agrega el bacon o jamón y fríe hasta que se dore ligeramente.
Incorporar las patatas: Añade las patatas a la sartén. Fríelas a fuego medio-alto, removiendo de vez en cuando, hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
Agregar los huevos: Bate ligeramente los huevos en un bol con sal y pimienta, y viértelos sobre la mezcla de patatas en la sartén. Cocina removiendo suavemente hasta que los huevos estén cuajados pero jugosos.
Servir: Sirve caliente, decorado con cebollino fresco o perejil picado. Puedes acompañarlo con pepinillos o una ensalada verde para equilibrar sabores.
El Bauernfrühstück no solo alimenta, sino que reconforta. Es un ejemplo perfecto de cómo en Alemania se aprovechan ingredientes sencillos para crear platos sabrosos y saciantes. Ideal para un brunch de fin de semana, una comida rápida o incluso una cena informal.
¿Te animas a prepararlo? ¡Cuéntanos cómo te salió y con qué lo acompañaste!