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BIO Sirope de Arce

Fecha: 29/Mar/2022

Les presentamos nuestro producto BIO Sirope de Arce de la Marca Bio Rinatura que tenemos a su disposición en Maria Drexler: Uno de los complementos más populares en la preparación de gofres y tortitas es el sirope de arce, un producto elaborado a partir de la savia de estos árboles y que en países como Estados Unidos y Canadá es ampliamente consumido. Este jarabe presenta una textura melosa y un sabor muy dulce. Su elaboración se realiza a partir de la recolecta de la savia y su posterior cocción. Así, resulta un alimento muy nutritivo y natural idóneo para todo tipo de postres. PROPIEDADES SALUDABLES: Según una investigación de la Universidad estadounidense de Rhode Island, este jugo aporta antioxidantes y antiinflamatios que reducen el riesgo de padecer cáncer, alzhéimer y osteoporisis, entre otras enfermedades. Asimismo, es un producto rico en calcio, por lo que ayuda a mantener unos huesos en buen estado. Su contenido en potasio también favorece el buen funcionamiento del sistema nervioso. El sirope de arce también fortalece el sistema inmune y contribuye a combatir la presencia de bacterias en nuestro organismo. ¡Apuntate a un estilo de vida más saludable! Puedes encontrar Sirope de arce Bio Rinatura en nuestra web de María Drexler BIO RINATURA: En Maria Drexler tenemos a su disposición una amplia oferta de productos Bio de la Marca Bio Rinatura. Los productos de Bio Rinatura son: Libres de colorantes, conservantes y sabores sintéticos. Sujetos a constantes controles de calidad y ecológicos por parte de las autoridades responsables. Sencillos y, sobre todo, deliciosos compañeros para el día a día. Ofrecen seguridad y sustentabilidad. El mercado ecológico registró en 2020 el mayor crecimiento de su historia, superando los 120.000 millones de euros  

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Cous cous, base fundamental de la cocina norteafricana

Fecha: 22/Mar/2022

Cada vez más popular, el cous cous es un alimento sano y versátil en cocina que ha traspasado fronteras. Te contamos todo lo necesario sobre estos granos de trigo y sus enormes posibilidades culinarias. Raro será que no hayas oído hablar antes del cous cous o cuscús, una de las preparaciones gastronómicas fundamentales a la hora de entender la cocina del norte de África y cada día más presente en nuestros recetarios cotidianos. Qué es el cous cous o cuscús   El cous cous es un alimento típico de la cocina magrebí. Es habitual en países como Marruecos, Argelia o Túnez, donde se considera el plato nacional, y desde donde poco a poco ha ido conquistando el mundo: primero recorriendo la cuenca mediterránea en dirección Israel, más recientemente en el tiempo favorecido por el colonialismo francés. Se elabora a partir de sémola de trigo duro que no ha llegado a transformarse en harina, que es mezclada con agua y transformada en pequeños granos de apenas un milímetro de diámetro. Aunque puede parecer un cereal, en realidad estamos ante un tipo de pasta como veremos después al hablar de su proceso de elaboración. Para su elaboración se emplea trigo y agua. El cereal se muele hasta obtener sémola, un tipo de harina gruesa empleada en la elaboración de diferentes pastas. Esta harina se mezcla en una proporción 2:1 con agua y se procesa dando como resultado bolas de diferente tamaño que se dejan secar. Finalmente se obtienen los característicos granos más o menos regulares en tamaño y forma, aunque pueden ser filtrados y comercializados en varios tamaños: pequeño, mediano o grueso.   Origen del cous cous Como muchos otros alimentos, su origen es incierto, aunque cabe pensar en su surgimiento dentro de cultura bereber bastantes siglos antes que de que aparecieran las primeras referencias escritas fehacientes en forma de receta en el siglo XIII. Se sabe que ya era utilizado por las tribus bereberes que vivían en el norte de África aproximadamente en el siglo III antes de Cristo, gracias a diversos hallazgos arqueológicos, por ejemplo de ollas primitivas donde era cocinado. Era un producto popular en Al-Ándalus entre moriscos, popularidad que se trasladaría al acervo culinario castellano, siendo conocido entre otros nombres como alcuzcuz, como deja constancia su progresiva aparición en escritos y obras históricas. Al norte de Europa llegaría en el siglo XVII y XVII. Carlos X lo descubrió durante la conquista de Argelia en 1830, momento a partir del cual ganó popularidad en Francia, una popularidad que se mantiene gracias la estrecha relación que existe entre ambas regiones y la emigración. Tampoco hay consenso al respecto del origen etimológico de la palabra. Se cree que procede del vocablo bereber al kuskus, pero no queda claro su significado, que algunos atribuyen a una adaptación a partir del nombre del recipiente donde se cocina con agua y caldo al vapor. La palabra original árabe, t’aam, significa "la comida" y da buena cuenta de la importancia que tiene en su cultura como alimento de consumo diario. Propiedades y beneficios del cous cous La sémola de trigo duro que encontramos en la base de la composición del cous cous es una importante fuente de nutrientes, aunque como es lógico no cabe tomarse su composición como una fuente milagrosa de beneficios para el organismo. Posee un alto contenido en hidratos de carbono, su valor diferencial. También proteínas y fibra, mientras que apenas contiene grasas. Proporciona vitaminas principalmente del tipo B: B9, B3, B4 y B5, gracias al germen de trigo empleado en su elaboración. También contiene vitamina K y E. Además aporta potasio, magnesio, fósforo, tiamina, niacina, ácido fólico, manganeso o selenio, otro de sus importantes valores. Estas características se traducen en distintos efectos positivos para nuestro organismo. El principal es que esos hidratos de carbono aportan una importante cantidad de energía, favorecida por el efecto de las vitaminas B que contiene. Se convierte en el perfecto aliado de dietas saludables, de control de peso y para ganar masa muscular. Posee un bajo contenido calórico, ideal para cuidar los niveles de colesterol en sangre y a largo plazo el sistema circulatorio y cardiovascular. En este sentido, el selenio de su composición es difícil de encontrar en los alimentos y se recomienda como antioxidante y para el control del colesterol malo o LDL. Del cous cous también son apreciadas sus facilidades de consumo, no es un alimento pesado. Su pequeño tamaño y la existencia de distintas variedades integrales o para persona intolerantes al gluten son muy apreciadas por parte de los consumidores. El potasio es beneficioso para el sistema nervioso y muscular y para combatir los calambres y el magnesio para el sistema nervioso y muscular. El sistema intestinal también se ve favorecido gracias a su contenido en fibra. Los bajos niveles de sodio de los que son ideales en casos de hipertensión y niveles colesterol en sangre elevados, y cabe apreciar su efecto en la regulación de fluidos y la eliminación de toxinas Cómo se toma el cuscús: recetas y usos en la cocina Uno de los grandes atractivos del cous cous es sin duda su versatilidad culinaria y las enormes posibilidades que posee tanto en la cocina más salada, con la que cabría asociarlo de forma natural, como en la cocina dulce, gracias a su sabor neutro. Si a eso sumamos sus propiedades y su valor nutricional no es extraño comprender las razones de su creciente popularidad más allá de las cocinas y gastronomías norteafricanas. La preparación más tradicional que podemos encontrar de este plato es la que se elabora en Marruecos, cocido al vapor en un recipiente especifico llamado cuscusera, que permite colocar los granos en un colador de la parte superior, donde aprovechan el vapor del estofado que se prepara debajo con garbanzos (la combinación con legumbres y frutos secos asegura un completo aporte nutricional de los nutrientes esenciales que necesita nuestro organismo), verduras y carnes, ya sea ternera, pollo o cordero en las principales celebraciones de la tradición musulmana, impregnándose durante horas de todo su sabor. Se consigue una pasta suelta y aromática. Como en esa receta tradicional, lo común es encontrarlo como guarnición, frío o caliente e incluso con salsas. Existen diferentes tipos de combinaciones y cocinados: cocido, al vapor, tostado… Cada país y cada gastronomía tiene su propia interpretación con ingredientes variopintos como verduras, frutas o especias. En Túnez se combina con harissa, en Líbano es ingrediente fundamental del tabulé. No es raro encontrar también preparaciones con pescado. Un mundo infinito de guarniciones, pero también de ensaladas, salteados o cualquier otra cosa que puedas imaginar. Para prepararlo de la forma más simple posible es necesario hidratarlo con agua o algún tipo de caldo a cierta temperatura durante un tiempo variable en función de tipos y marcas, por lo que no pierdas de vista las instrucciones de cocinado y ten en cuenta que muchas versiones comerciales viene ya precocidas. Lo normal es combinar la misma cantidad de líquido que de cous cous: llevar a ebullición, meter los granos, apagar y mantener durante unos minutos hasta completar la cocción. En tu tienda María Drexler, puedes encontrar Cous Cous integrales, de trigo o de maíz. Fuente:https://www.bonviveur.es/

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Guía básica de pimientas: cuántos tipos hay y cómo utilizarlas

Fecha: 15/Mar/2022

La cocina contemporánea, en prácticamente cualquier parte del mundo, es impensable sin la pimienta. No importa el continente, ni el estilo de cocina, ni si se trata de una receta para comida o para cena. Siempre está ahí.  Por esa razón se le conoce como “la reina de las especias”. Ahora bien. Así como su omnipresencia, podrás darte cuenta también que hay más de un tipo, y que se les puede identificar a cada uno de ellos por su color y hasta por su tamaño. Es por eso que hoy te hablamos de algunas de las pimientas más comunes de uso en la gastronomía, para que la próxima vez que necesites usarlas, sepas perfectamente lo que estás adicionando en tu receta. Propiedades de la pimienta Lo que consumimos como pimienta no son más que los granos de las bayas del árbol Piper nigrum, una especie trepadora que crece en zonas tropicales húmedas, y que es originaria de la India. Por cada 100 gramos de esta especia, se obtienen 251 calorías, 3.3 g de grasa, 20 mg de sodio, 1.3 mg de potasio, 64 g de hidratos de carbono y 0 colesterol. A su vez, se le reconocen propiedades como la de retener minerales como el potasio, para controlar el ritmo cardiaco y la presión sanguínea. También promueve el crecimiento celular, por lo que es un eficaz antioxidante. Un último beneficio práctico: cuando se pimienta una comida, lo más común es que se reduzca el uso de sal. Lo cual beneficia de mayor manera a pacientes con hipertensión o cálculos renales. Sus tipos Llegados a este punto, tenemos que decirte: no todo lo que te venden en el súper o en recauderías, es pimienta. La única que sí lo es, es la que proviene el árbol Piper nigrum, y se divide en algunas variedades más. Pimienta negra Es la de uso más extendido en el mundo. Se recoge cuando su fruto no está del todo maduro y es amarillento. Se seca al sol por una semana, hasta que se arruga y así es como se comercializa. De ahí su color. Es diminuta. Tiene un sabor intenso cuando se le tritura en el momento, y que es mucho mejor que el de la que ya se vende “molida”, y se usa para todo: lo mismo arroces, que guisos, ensaladas, acompañamiento de quesos, carnes blancas y rojas. Pimienta verde Es la más cara y exclusiva de todas. Consiste en el grano de la pimienta, cuando se le recoge verde y se deja secar con la piel tierna expuesta. Su aroma es afrutado y apenas pica. Generalmente se le consume en guisos y viene en presentación de salmuera, para su máxima duración. Pimienta blanca Esta consiste en el grano que se recoge, una vez que la pimienta está madura y de color rojo. Luego se le sumerge en agua, para que se le caiga la piel roja. Lo que queda, se tritura o vende seco. Cabe destacar que es la que tiene el sabor más tenue y se le utiliza mucho para sazonas cremas o salsas blancas, en las que los puntos negros de las otras pimientas parecerían antiestéticos. Las otras pimientas Estas no son pimientas como tal, pero se les conoce de tal forma, porque su sabor se asemeja al de una original. Tal es el caso de: Pimienta de cayena   También se le conoce como pimienta roja, pero consiste en una mezcla de varios tipos de chiles rojos. Primero se les seca y luego se muelen. Tiene una elevada intensidad de picor y su olor es muy característico. Es buena para aportar color y sabor a platos de carne, pescados o verduras. Pimienta rosa   Es originaria de Perú, que se cultiva mucho en Brasil. Se trata de granos de bayas muy maduras, que saben afrutado y con toques frescos. Pimienta de Jamaica   Tiene un color marrón, a causa de que las bayas de donde proviene se recogen verdes y de dejan secar al sol. Esta especia tiene sabores parecidos al del clavo, la canela y la nuez moscada. Va bien con postres. Recuerda que dispones de todo un surtido de pimientas del mundo en tu tienda María Drexler Fuente:https://www.directoalpaladar.com.mx/

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¡Spargelzeit! Los espárragos blancos vuelven a dominar las cocinas alemanas

Fecha: 08/Mar/2022

Es la estrella de la cocina alemana primaveral. Está empezando la temporada de los espárragos (Spargelzeit) en Alemania y no sólo los gourmets están disfrutando al máximo de los finos tallos en todas sus variedades. Asparagus officinalis, así se llama oficialmente este manjar de temporada que en estos días está muy presente en la cocina alemana sobre todo en el sur y en el suroeste del país. Entre abril y junio el menú en la mayoría de los hogares y restaurantes gira alrededor del espárrago. Pero mientras que en los demás países se piensa en tallos verdes al hablar de espárragos, en Alemania es su hermano, el espárrago blanco, quién predomina en las mentes y en los paladares. Existen en total tres distintos tipos de espárragos (los verdes, los morados y los blancos) y todos ellos provienen de la misma planta. La diferencia es que el blanco todavía no ha salido de la tierra y se trata entonces de los brotes de la planta. Al entrar en contacto con el sol los brotes enverdecen y se colorean. En primer lugar se ponen morados y cuando los tallos han salido completamente de la tierra se convierten en verdes. Con el color también se modifica el aroma y así los brotes blancos tienen un sabor muy suave mientras que los verdes saben más fuertes. El cultivo de los espárragos blancos es consiguientemente algo más laborioso. Evitando que los brotes rompan el suelo que les cubre, se tienen que cortar dentro de la tierra con una herramienta especial y una técnica elaborada para no romper la lanza, todo a mano. El suelo es por ello uno de los criterios más importantes para una buena cosecha de estos finos tallos. Lo ideal son terrenos arenosos y secos porque así los brotes pueden crecer fácilmente hacia arriba sin encorvarse por dificultades en el camino. Una insolación constante es otro factor clave porque así el suelo se calienta rápidamente después del invierno y anima al tocón de raíz a brotar. En Alemania existen ciertas regiones dotadas con dichas condiciones y son conocidas en todo el territorio por sus exquisitos espárragos blancos, no sólo entre los gourmets. Entre ellos destacan Schrobenhausen en Baviera, Schwetzingen en Baden-Wurtemberg,  Beelitz en Brandeburgo o Neustadt am Rübenberge en Baja Sajonia. También en su preparación, este tipo de espárrago es muy delicado y existen algunos trucos en su manejo. Lo primordial es que sean frescos al comprar y que se almacene como máximo tres días antes de la cocción. Para ello, tienen que estar envueltos en un paño de cocina húmedo y guardados en el frigorífico sin que les de la luz. Antes de prepararlos, a cada lanza se tiene que quitar un buen trozo de la parte de abajo del corte y pelar la cascara con precisión para que luego no queden «hilos» duros al degustarlos. Finalmente, se cocinan preferiblemente de pie en una olla alta con agua salada para que las finas puntas solamente se cuezan al vapor. A fin de cuentas, los espárragos blancos son una exquisitez por lo que exigen un trato delicado. Por ello en la Edad Media se consideraron un producto de lujo con el que se demostraba el estatus social. Por suerte, hoy en día están disponibles para casi todos los bolsillos, no sólo por la industrialización y conservación sino también porque frescos se venden en distintas categorías y a diferentes precios. Aunque a partir del 1 de julio de 2009 ya no es obligatorio calificar los espárragos, en muchos comercios y sobre todo en los mercados se siguen indicando las tres clases. En general, los espárragos de la clase «extra» y la primera clase se caracterizan por un color absolutamente blanco y una lanza perfectamente recta con las puntas bien cerradas. Además, están clasificados y distinguidos por su grosor. Son las clases más caras y dependiendo del tiempo y de la cosecha pueden variar mucho. Actualmente suelen rondar los diez Euros el kilo. En la segunda clase está permitida una leve coloración morada en las puntas que a su vez están ligeramente abiertas. Las lanzas pueden estar algo torcidas y no tienen que tener el mismo grosor. El kilo está disponible a unos cinco o seis Euros. Estas tres categorías se utilizan para recetas donde el espárrago en todo su tamaño y esplendor es el protagonista indiscutible del plato, por ejemplo, espárragos blancos con salsa holandesa (Spargel mit Sauce Hollandaise). A un precio mucho más económico, ya a partir de los tres Euros por kilo, se venden también los espárragos no conformes (Gemüsespargel) o rotos (Bruchspargel) que se pueden utilizar perfectamente en sopas o ensaladas, como por ejemplo, en una sopa de espárragos al vino blanco (Spargelsuppe mit Weißwein) o en una ensalada de espárragos con aguacate (Spargelsalat mit Avocado). Al final, los espárragos blancos son una delicia en todas sus vertientes y al estar en Alemania por estas fechas uno no puede perderse la degustación de este típico manjar. A veces, la primera cosecha se adelanta unas semanas debido a un invierno bastante más templado y en algunas regiones se puede disfrutar de los primeros brotes ya a finales de marzo. Hasta que finalice la temporada el 24 de junio, el día de San Juan Bautista (Johannistag) queda aún un poco de tiempo y el así llamado «oro blanco» va a ser el protagonista tanto en los mercados locales, como en los restaurantes y en las cocinas alemanas. Fuente:https://actualidaddealemania.com/

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Mejora los problemas respiratorios y otros mitos sobre la sal del Himalaya

Fecha: 01/Mar/2022

Su popularidad no es resultado únicamente de su atractivo y distintivo color rosado, sino de sus supuestos beneficios para la salud La sal rosa del Himalaya, un producto desconocido hasta hace unos pocos años, se encuentra ahora en todos las tiendas de alimentación y parece imprescindible en las cocinas españolas. El motivo para pagar por ella mucho más que una sal marina de mesa 6,8 frente a 0,23 € el kilo en un popular supermercado no es su atractivo y distintivo color rosado, sino sus supuestos beneficios para la salud. Supuestos es la palabra clave, porque en realidad, desde el punto de vista nutricional y de composición química, apenas si existen diferencias entre una y otra. Aunque lo primero que hay que desmentir es que la sal del Himalaya proceda de esa cordillera. En realidad se obtiene principalmente en la mina Khewra Salt en la zona montañosa del Punjab, en Pakistán. Pero no sólo de ahí. Potasio y magnesio en su mínima expresión Lo segundo, que igual que la sal común está formada en un 98% por cloruro de sodio. El resto son minerales como potasio, magnesio, calcio, muy recomendables desde la perspectiva nutricional, pero que se encuentran en cantidades tan mínimas que no tienen ninguna incidencia para el buen funcionamiento del organismo. Ahora bien, si lo que se busca es una sal que dé color y un sabor algo distinto a los platos, es la ideal. Los distintos tonos de rosado de sus cristales se deben al óxido de hierro y a sus muchas impurezas y pueden ir de un color rosa pálido a otro mucho más vibrante. Otro argumento a favor de consumir este tipo de sal, y que debería justificar que sea bastante más cara de una sal común de mesa, es que su proporción de sodio es menor. El mismo sodio que la sal común Según un estudio comparativo elaborado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, si en un cuarto de cucharadita de sal común de mesa se encuentran 581 mg de cloruro sodio, en la misma cantidad de la del Himalaya sólo hay 388 mg. Pero es algo engañoso si no se tiene en cuenta que al ser los granos mucho más gruesos, la cucharada de esta última pesará menos que la de una sal mucho más fina. Así que al compararlas en peso, las cantidades de cloruro sódico se igualan. Otra cosa es que al parecer se necesita menos cantidad de la del Himalaya que la normal para conseguir la misma intensidad de salado. Se le atribuyen también virtudes medicinales ancestrales, y no se pueden negar, pero ni más ni menos que las que tienen las sales procedentes de otros lugares del mundo. Tan curativa como la marina Hace miles y miles de años que se descubrieron las propiedades conservantes y curativas de la sal, como la de contribuir al mantenimiento del equilibrio de fluidos en el organismo, el buen funcionamiento de la musculatura o para subir la tensión sanguínea baja. Tampoco parecen muy justificados otros beneficios que se le achacan, como mejorar los problemas respiratorios. A tal efecto se comercializan unas lámparas realizadas con bloques de sal del Himalaya, cuya eficacia está por ver. Lo mismo que su uso como sales de baño en spas de todo el mundo. A favor de la sal del Himalaya hay que decir que es más natural que buena parte de las que se venden refinadas, a las que se incorporan agentes diversos para prevenir que se humedezcan y se apelmacen. Dicho esto, no hay por qué renunciar a ella, aunque cueste bastante más cara, si lo que se busca en esta sal es su particular sabor y su atractivo color. Recuerda que puedes probar la sal del himalaya en tu tienda María Drexler Fuente:https://www.lavanguardia.com/

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"Soy berlinés"

Fecha: 22/Feb/2022

Berliner, Kreppel, Krapfen, Pfannkuchen – estos son algunos de los nombres en alemán de este rico y esponjoso buñuelo que se consume sobre todo para la época de carnaval. Este pastel redondo y dulce del tamaño de un puño que se fríe cuando el aceite o la grasa alcanza su punto de ebullición y lleva mermelada de relleno, llega todos los años para anunciar algo especial. Una vez que aparece en Alemania en los escaparates de las panaderías y en las estanterías de los supermercados, todo el mundo sabe que ha llegado el esperado momento. Estamos en la época del carnaval, la denominada "Quinta estación del año", para algunos la más bella de todas. Se celebra entre el invierno y la primavera, lejos del verano y del otoño, y dura solo unos pocos días. Pero es una época de inmensos festejos, como nunca más sucede el resto del año. La gente se disfraza, festeja, se balancea al compás de la música y bebe. Y siempre y por doquier escolta culinariamente las fiestas el pastel redondo fuertemente azucarado por fuera. Sus nombres son muy diversos. Al igual que el evento que acompaña, que dependiendo de la región se llama Karneval, Fasching o Fassnacht, también hay diferentes denominaciones regionales en alemán para la berlinesa o bola de fraile. A veces con mostaza en vez de mermelada En Berlín se llama "Berliner" o "Pfannkuchen", en Alemania del Este solo "Pfannkuchen", en Hesse, Hesse renana y Turingia es conocido como "Krapfen". También los rellenos son diversos. En el norte se prefiere la mermelada de color rojo, en el sur la de albaricoque o damasco, en el este la de ciruela, en Baden, Suabia y Franconia lleva a veces mermelada de escaramujo o rosa mosqueta. Existen versiones gourmet con crema de champán. Y no faltan los graciosos que le ponen a veces mostaza para desagradable sorpresa del comensal y regocijo general de los iniciados. Es que es carnaval y lo importante es la diversión. Sobre todo porque después ya no hay mucho para festejar y reír. Después del carnaval empieza para los cristianos la Cuaresma, que se prologa hasta la Pascua. Por eso la berlinesa era en sus inicios la última oportunidad de abusar de alimentos calóricos antes del obligado ayuno. Devastadoras consecuencias para cocina y caderas Se cuenta que en la Edad Media los monjes recomendaban fortalecerse con este buñuelo antes del inicio de la Cuaresma. En esas épocas, el bollo aun no era redondo y se cocía al horno. Según la leyenda, esto cambió en 1756 cuando un pastelero de Berlín quiso servir como artillero en las tropas de Federico el Grande, pero fue calificado como no apto para el servicio militar. En compensación, se ofreció como panadero de campo para el regimiento. En agradecimiento por el servicio, cuentan, el pastelero le dio a la masa la forma redonda de balas de cañón y, como no disponía de horno, la freía en aceite. Desde entonces, los buñuelos se fríen en aceite y probablemente son culpables de un número similar de incendios hogareños al del árbol de Navidad con velas de verdad. Pero mucho peores son sus devastadoras consecuencias para las caderas del consumidor. Porque el contenido calórico de la berlinesa puede variar, en función de relleno entre 200 y más de 300 calorías por cada 70 gramos, superando incluso al pastel de queso o la torta Selva Negra. Por eso, con el consumo de berlinesas los alemanes se acercan cada vez más a la forma de su pastel favorito. Y en caso de que quede muy ajustado el disfraz de carnaval del año pasado, no importa: estamos en época de carnaval y todo está permitido: "Soy un berlinés" – redondo, dulce y muy apreciado. Fuente:https://www.deutschland.de/

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¿Cuál es la mejor época para viajar a Alemania?

Fecha: 15/Feb/2022

Alemania es un país lleno de cultura y destinos turísticos dignos de visitar, razón por la que resulta imposible verlo todo en una sola época del año. La siguiente guía está dirigida a aquellos turistas que piensen tomar una vacaciones en este país, para que así puedan elegir la temporada que más se ajuste a sus expectativas. Uno de los países más interesantes en toda Europa definitivamente es Alemania. Sus 357.022 km² de territorio, en los que habitan unos 83 millones de habitantes, albergan ciudades, pueblos y lugares hermosos, con atractivos para todos los gustos. Considerada tierra de poetas y pensadores, Alemania es un país con un marcado sello cultural e intelectual. Revolucionarios científicos como Nicolás Copérnico y artistas virtuosos como Ludwig van Beethoven, nacieron en este territorio mágico y de ensueño. A todo esto se suman los hermosos paisajes con los que cuenta el país. Las ciudades más bonitas de Alemania como Hamburgo, Berlín, Rothenburg ob der Tauber, Nuremberg o Múnich, no solo son lugares llenos de vida y cosas interesantes que hacer, sino que albergan verdaderas bellezas arquitectónicas y naturales, que realmente vale la pena visitar. No es de extrañar entonces que Alemania sea uno de los destinos estrella entre los turistas es un país tan popular entre los viajeros, que se estima que unos 84 millones de turistas extranjeros visitan el mismo cada año. Incluso, se estima que un tercio de los alemanes prefieren pasar las vacaciones dentro de su propio país, explorando todo lo que tiene para ofrecer. La gastronomía, los paisajes naturales, los festivales y la gente, son las principales razones por las que disfrutar de un viaje a Alemania resulta tan emocionante. El país simplemente ofrece una experiencia única que ninguna otra nación puede igualar. El verano es una época ideal Las razones para viajar a Europa son muchas, siendo Alemania una de las más relevantes. Todo el continente cuenta con hermosos paisajes, una profunda historia, propuestas gastronómicas increíbles y precios bastante económicos. Es algo que especialmente se aplica al territorio alemán. Al planificar el viaje a este país para pasar unas vacaciones, muchos se preguntan cuál es la mejor época para hacerlo. Cada persona tiene expectativas diferentes, por lo que es importante conocer los meses más adecuados para disfrutar los destinos que tiene este país maravilloso. Lo cierto es que la “mejor época” para visitar Alemania depende completamente de los gustos que tenga el turista. Todos los meses son ideales para viajar, sin embargo, cabe esperar que según la época que se visite, se podrán tener más o menos ventajas. Por ejemplo, a aquellos que les gusta el sol y el verano, pueden visitar Alemania durante junio, julio y agosto. Es la temporada de los festivales, siendo una época ideal para visitar, si lo que se busca es disfrutar de ceremonias de comida o arte. Son muy interesantes: el Festival de Ópera de Múnich, la Semana de la Moda Mercedes-Benz, e incluso, el Festival de Vino en Stuttgart. Además, es la temporada ideal para darse un refrescante baño en alguno de los mejores lagos alemanes. El lago Eibsee en Baviera, el lago de Cospuden en Sajonia y el lago Wannsee en Berlín, están entre los más hermosos, llegando a ser destinos imperdibles dentro del país. Ofrecen aguas tranquilas, con una temperatura aceptable, siendo perfectos para refrescarse en verano. Paisajes nevados, precios bajos y comida deliciosa Aquellos turistas que tienen como propósito ir de compras, y a su vez, quieren deleitarse con una gastronomía única, deben viajar al país durante enero, febrero y marzo. Los precios más bajos se pueden encontrar en esta temporada, abarcando los vuelos, alojamiento, alimentación y prácticamente todas las tiendas de la región. Es importante destacar que esta época se caracteriza por sus bajas temperaturas, por lo tanto, habrá que preparar bien la ropa para abrigarse correctamente. Esto, a su vez, tiene una ventaja, los paisajes nevados impresionarán con su belleza. Quienes busquen conocer un poco de la comida alemana están de suerte, pues al haber precios muy bajos, será posible degustar una gran variedad de platos típicos. El ‘rouladen’ (rollo de carne de res), los diferentes tipos de ‘wurst’ (salchichas especiales de Alemania) y el ‘spätzle’ (fideos de huevo), son platos recomendables para todo aquel que visite el país. Los amantes del dulce pueden probar un delicioso tipo de pastel de manzana llamado ‘apfelkuchen’, el cual está empapado de canela, azúcar, pasas de uva y jugo de limón. Asimismo, el ‘kaiserschmarrn’ es una especie de panqueque especial de Alemania, reconocido por ser el favorito del emperador Kaiser Franz Josef. Aquellos que tengan un presupuesto mayor, pueden visitar el país unos meses antes, durante noviembre y diciembre, para llenar su corazón del gran espíritu navideño que se puede encontrar en las ciudades. Hay muchas fiestas conmemorativas en las grandes ciudades, contando con paisajes nevados, bazares y decoraciones espectaculares; definitivamente es una manera única de vivir esta época festiva. Oktoberfest: la temporada para los amantes de la cerveza Una de las cosas que define a Alemania en cuanto a gastronomía, además de la salchicha, es la cerveza. Y es que son muchas las marcas de esta bebida que nacieron en este país, y que hoy en día son reconocidas mundialmente, debido a su único sabor.  En este sentido, el festival Oktoberfest está dedicado a celebrar las tradiciones de Alemania, mediante grandes espectáculos y actividades, entre las que se encuentra tomar grandes cantidades de cerveza, claro está. Por esta razón, septiembre y octubre, los meses durante los cuales transcurre el festival, son ideales para los amantes de la fiesta y la bebida. Sin embargo, los que no toman mucho alcohol no tienen nada que temer. Y es que el Oktoberfest también ofrece una gran variedad de espectáculos, música tradicional, atracciones y comida para todo tipo de turistas. En este sentido, no solo es una fiesta en la cual tomar cerveza, sino una celebración de toda la cultura alemana en general. Sin duda, la temporada del Oktoberfest es una de las más recomendables para los viajeros que buscan días diferentes, llenos de alegría y fiesta. De hecho, son más de 6 millones de personas las que asisten al evento cada año, siendo uno de los festivales más populares de todo el país. Fuente: https://huelvaya.es/

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El debate de las macrogranjas en Alemania

Fecha: 08/Feb/2022

La polémica sobre las macrogranjas y su impacto ambiental se ha intensificado en los últimos días en España a consecuencia de las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, que criticó este modelo y defendió la ganadería extensiva. Un debate similar se está dando, con más o menos intensidad, en otros países europeos, aunque las medidas contra este tipo de instalaciones todavía son escasas: solo Holanda apuesta tímidamente por cerrar algunas de estas instalaciones. Alemania: una población cada vez más concienciada El bienestar animal y la contaminación que genera la ganadería intensiva son cuestiones que preocupan a los alemanes. Cada cierto tiempo aparecen en las noticias imágenes de explotaciones ganaderas en las que aparentemente no se cumple la normativa y los Parlamentos regionales suelen debatir sobre ello. En agosto pasado una pregunta parlamentaria de los socialdemócratas desveló que en Baden-Württemberg las macrogranjas de cerdos solo son inspeccionadas cada 11,5 años de media. Los Verdes han sido muy beligerantes con las macrogranjas. En 2017, cuando negociaban una coalición de Gobierno con los democristianos y los liberales —que finalmente no salió adelante— exigieron que el acuerdo incluyera una disposición para cerrar progresivamente este tipo de instalaciones en un plazo máximo de 20 años. Ahora que forman parte del nuevo Ejecutivo tripartito —con socialdemócratas y liberales— abogan por “acabar con los precios basura” de la carne, como dijo hace unos días el ministro de Agricultura alemán, Cem Özdemir, del partido ecologista. En el actual acuerdo de coalición no se recoge explícitamente ninguna medida en ese sentido aunque sí habla de “la reestructuración de la ganadería” y de apoyar a los ganaderos “en el camino hacia la neutralidad climática”.   Alemania es el segundo productor de carne de cerdo de la UE, por detrás de España. Casi el 80% de los cerdos que se sacrifican proceden de granjas donde se engorda a la vez más de 1.000 animales. En los últimos 15 años, el 80% de los ganaderos han dejado de criar animales mientras aumentaba la producción de carne un 50%, según datos de la Fundación Heinrich Böll, lo que demuestra el cambio en el modelo de producción hacia las macrogranjas. Las explotaciones pequeñas están desapareciendo y, de hecho, la ganadería ecológica es prácticamente inexistente: solo el 0,6% de las granjas producen carne de cerdo bajo ese marchamo. Sin embargo, la población está cada vez más concienciada. Varias encuestas recientes muestran que cada vez más personas estarían dispuestas a pagar más por carne de mayor calidad. La organización ecologista Greenpeace ha propuesto esta semana subir el IVA a los productos animales en Alemania, que actualmente están gravados al 7%, y bajarlo o eliminarlo en el caso de frutas y verduras para compensar.   Fuente: https://elpais.com/

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