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¿En qué se diferencian la mermelada y la confitura y cuál es más sana?

Fecha: 17/May/2022

Tanto mermelada como confitura son preparados de conservas a base de añadir grandes cantidades de azúcar Muchos de nosotros solemos confundir la mermelada con la confitura, o bien las consumimos indistintamente creyendo que son la misma cosa. Pero no, tienen diferencias de proceso y estructura importantes, aunque la base de ambas sea la cocción en azúcar de diferentes frutas.  ¿En qué se diferencian estos productos de los cuáles, según el último Informe de Consumo de Alimentación en España, cada español consume 540 gramos anuales? Si tenemos en cuenta que es una media estadística y que no todo el mundo consume mermeladas, estos datos arrojan la existencia de personas que comen en su desayuno una importante cantidad de este producto al año.  Cómo se elaboran mermeladas y confituras Para entender la diferencia entre ambos productos, lo mejor es conocer el modo en que se elaboran. Ambas son una conserva de base en azúcar, en la que se cuece un producto en agua y azúcar, añadiendo grandes cantidades de este ingrediente hasta que consigue una consistencia pastosa o tipo gel.  La principal diferencia no está, como podría pensarse, en la proporción de azúcar utilizado, aunque este dato también es diferente en cada elaborado, sino en la estructura de la fruta que se añade. Así, en el caso de la mermelada se cuecen frutas enteras o bien troceadas, pero siempre conservando la piel y otras estructuras.  En cambio en la confitura se separa la piel y las partes duras y se utiliza solo la pulpa como ingrediente, que se cocerá después en agua y azúcar. Por eso la confitura suele tener una estructura más gelatinosa y homogénea, como si fuera puro zumo hecho gel.  ¿Cuánto azúcar tienen? Además del tipo de tratamiento que se da a la fruta, en la definición de mermelada y confitura también interviene en segundo lugar el porcentaje de azúcar, como una consecuencia de cada tratamiento. En el caso de la mermelada, la proporción de azúcar sobre el peso total en seco no debe superar de un 40% a un 59%.  Sin embargo, en el caso de la confitura la proporción es de un 60% o más , con el límite en un 30% de fruta en el producto, esto es 30 gramos de fruta por cada 100 de confitura. Ahora bien, dentro de cada producto existen también distintas categorías para distinguir la proporción de fruta respecto al azúcar: extra y normal.  La mermelada extra se elabora con un 50% mínimo de fruta, mientras que la normal rebaja el mínimo al 30% de fruta. En cuando a la confitura, la cantidad de pulpa de fruta empleada no puede ser inferior al 45% en la categoría extra, y en la normal el listón se pone en un 35%. Todos estos porcentajes se miden respecto al peso húmedo.  El papel, bueno y malo, del azúcar Como puede verse, la cantidad de azúcar en estos productos es muy elevada, lo que los hace de partida más bien poco o nada aconsejables, al menos respecto a otras opciones más sanas como la fruta fresca. En realidad ninguno de los dos es saludable, puesto que la cantidad de azúcar ensombrece cualquier virtud nutricional que pudieran tener.  ¿De dónde surgen si son tan poco saludables? La razón de las conservas en base de azúcar, al menos a nivel comercial surge de la necesidad en la Segunda Guerra Mundial de proveer de alimento energético a los soldados estadounidenses. Así, solían llevar mermeladas debido a que tienen una altísima capacidad de conservación, precisamente gracias a la gran cantidad de azúcar.  Entre las virtudes físicas del azúcar está la de ser higroscópico, es decir de absorber una gran cantidad de agua, de modo que seca la fruta y la deja sin agua en su interior, con lo cual los microorganismos no pueden prosperar. Por otro lado, las grandes cantidades de azúcar añadidas también provocan una gran presión sobre las membranas de los microorganismos que los mata.  De este modo se consigue la gran resistencia de las mermeladas, que pueden durar años. Pero este hecho tiene la lógica contrapartida del altísimo indice glucémico que generan, dando fuertes picos de glucosa en la sangre, algo que a la larga aumenta mucho el riesgo de padecer diabetes de tipo 2, obesidad y enfermedades cardiovasculares.  Según un estudio de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), estos productos son la tercera fuente de azúcares en nuestra dieta. De nuevo, si tenemos en cuenta que muchos de nosotros no los consumimos, nos daremos cuenta del excesivo peso que tienen en la dieta de muchas personas.  Fuente: https://www.eldiario.es/

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Las 13 especias que no pueden faltar en la cocina

Fecha: 10/May/2022

¿Solo pimienta, nuez moscada y azafrán? No bastan. Las especias que debe haber en la cocina son muchas, muchas más, sobre todo desde que los sabores étnicos han entrado en nuestras casas. A fuerza de arroz Thai, pollo al curry y guacamole, quienes cocinaban solo recetas tradicionales han tenido que rever sus estándares y dar más lugar a las especias en sus despensas.  Cocinar con especias no solo les da a los platos matices y sabores inesperados, sino que es muy bueno para la salud: son muchos los aspectos beneficiosos relacionados con el uso de ingredientes como el jengibre, el comino y el cardamomo. La cúrcuma, por ejemplo, se considera un superalimento de miles de propiedades, entre ellas, antioxidantes.  1. Anís Del anís existen tres variedades: verde, estrellado y picante. El más fácil de conseguir, y el más utilizado en Europa, es el verde. El aroma del anís seco y picado es fresco, y el sabor está entre el del hinojo y la menta. Debido a que su sabor es muy persistente (y no a todos apetece), es mejor usarlo con moderación. 2. Canela De canela existen dos variedades: una más preciada, con todos los beneficios conocidos de la planta, y otra de origen chino, menos preciada. Se utiliza, en particular, para postres y en el chocolate, aunque en la tradición oriental, esta especia se usa también en carnes y para la preparación del curry. 3. Cardamomo Si bien no se considera una de las especias fundamentales que hay que tener en la cocina, el cardamomo es un as en la manga que nunca debería faltar en la despensa. Es bastante caro, pero tiene un aroma único: su fragancia asemeja a una combinación de eucalipto y menta, y les da a los platos un toque dulce y sabroso al mismo tiempo. El cardamomo, además, es una de las especias más utilizadas en la medicina Ayurveda india para tratar una serie de enfermedades, como las que afectan las vías respiratorias. En la cocina, se puede usar en tés y es fundamental para preparar el Garam Masala, una combinación especial de especias.  4. Clavos de olor Una especia que siempre hay que tener a mano: los clavos de olor, famosos por su uso en el vin brulè (vino caliente) y en los postres. De sabor floral y levemente picante, es una especia ideal para marinar carnes y dar cuerpo a infusiones y tés. Probadlo también para ralentizar el proceso de deterioro de los alimentos: los clavos de olor, de hecho, impiden la oxidación de las grasas, responsables de que los alimentos se echen a perder. Esta especia, además, tiene excelentes magníficas digestivas.  5. Cilantro Del cilantro se usan tanto las hojas como el fruto, por lo que podréis encontrarlo en forma de hierba o de granos similares a los de la pimienta, un infaltable en vuestra despensa de especias. Los frutos, en particular, tienen un sabor casi cítrico, perfecto para sopas y salsas. El cilantro, fresco o en grano, se usa también para carnes, ensaladas y para condimentar verduras. En pequeñas dosis, como se sugiere con cualquier especia, combate la inapetencia, la hinchazón y, en general, ayuda a la digestión.  6. Comino El comino en forma de especia proviene de las pequeñas semillas de las Apiaceae. Se trata de una especia muy antigua, originaria de Irán, Siria y de las regiones mediterráneas, que se utiliza, entre otras, para preparar el famoso curry. Tiene sabor dulce, que a menudo se asocia con la comida india, pero puede utilizarse también en sopas, en fondos de carne, licores y legumbres.  7. Cúrcuma Una de las especias más coloridas y que ingresó hace poco en nuestras despensas: la cúrcuma, de color amarillo inconfundible, está en la base del curry y puede usarse para primeros platos, para saborizar carnes y para deliciosos finger food. También es conocida por sus excelentes propiedades antisépticas, y algunos estudios afirman que puede ser un alimento antitumoral.  8. Nuez moscada Especia comúnmente utilizada en la cocina, principalmente en platos de pasta, como los canelones de ricota y espinaca típicos de la cocina italiana y otros platos deliciosos. Esta especia, que se vende en polvo o para rallar, es una magnífica fuente de sales minerales y potasio, y tiene propiedades depurativas. En dosis abundantes, puede ser un alimento peligroso y hasta causar alucinaciones, además de pérdida de concentración. Las dosis superiores a los 10/20 gramos provocan envenenamiento.   9. Pimentón Originario de Centroamérica, el pimentón se obtiene del secado de una variedad particular de pimientos —que en Europa se conocen como "húngaros"— que le confieren el sabor aromático característico: un poco amargo y levemente picante, diferente del clásico pimiento picante. Existen tres variedades, de acuerdo con el grado de dulzura o de picante: fuerte, dulce y ahumado. El ahumado es el más difícil de conseguir. Como todas las especias, también al pimentón se le atribuyen propiedades beneficiosas y se dice que tiene poder antiséptico, desinfectante y tónico y que ayuda la digestión. En la cocina, es infaltable en el gulash húngaro (que lleva al menos un bote entero), y es la base de las mezclas cajún y adobo, esta última típica de Sudamérica. Probadlo también solo sobre chips de verduras o para darle un toque especial a unas pechugas de pollo.  10. Pimienta negra El ABC de las especias: la pimienta negra, que se encuentra en casi todas las cocinas, hasta la menos aprovisionada. En el mercado se consigue molida o en granos (muy usada para las carnes), en las variedades negra, blanca y verde. El color depende del momento de la cosecha y, además de la pimienta negra, existen otras variedades más preciadas, como la de Sichuan. Casi todas las culturas la usan para platos típicos y condimentos: en India, por ejemplo, se utiliza para preparar el famoso Garam Masala.  11. Vanilla Esencial para postres como el pudín y la panacota, y deliciosa en el café (o en el chocolate) junto con la canela: la vainilla proviene de la Vanilla Planifolia, una orquídea originaria de México. De sus vainas se obtiene esta especia que no debería faltar jamás en la despensa de los amantes de lo dulce. Son muchas las variedades que se comercializan: entre las más conocidas, están vainilla Bourbon, la vainilla de México y la vainilla de Tahití, esta última de aroma y un sabor más intenso con respecto a las otras variedades. 12. Azafrán No existe risotto alla Milanese sin azafrán, pero su uso en la cocina puede ser mucho más vario. La especia, muy costosa —quizás la más cara de todo el planeta—, se obtiene de los pistilos y los estambres de la flor del azafrán, que luego se secan. Existen algunas variedades, más o menos preciadas, y en la cocina, además de en arroces, se utiliza en platos de pescado, mariscos, en salsas livianas y en sopas.  13. Jengibre ¿Cuando oís jengibre pensáis solo en las galletas de Navidad? Pues hay mucho más: el jengibre, que se consigue en forma de especia o fresco (raíz), es un aliado para primeros platos, platos de pescado y recetas étnicas. La combinación con calabaza, por ejemplo, es magnífica, y es perfecto para saborizar platos de pescado a base de salmón y gambas. El jengibre es, además, un estupendo coadyuvante de la circulación y la digestión.    Recuerda que puedes encontrar todas estas especias en tu tienda María Drexler Fuente: https://www.finedininglovers.com/

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Los beneficios de la masa madre para la salud

Fecha: 03/May/2022

El confinamiento puso a cocinar a media España; en realidad, a media Europa. Y parece que hacerse el propio pan está a la cabeza de lo más practicado. Tiene un beneficio inmediato: es una actividad lenta, que requiere paciencia y un pequeño grado de concentración. Una actividad muy mindfulness, vaya, muy conveniente para relajar el estrés. Pero no queda ahí la cosa, porque el pan de masa madre aporta otros beneficios: Lee a continuación cuáles. Qué es el pan de masa madre En una palabra, el que no lleva levadura comercial añadida, y crece por la levadura que se crea en el proceso de fermentación de harina y agua: el “iniciador” de masa madre. Este iniciador se combina con otros dos ingredientes harina y sal y forma el pan de masa madre.   La masa madre usa bacterias y levadura natural para desarrollar el pan y hacerlo crecer. Tiene un sabor ligeramente ácido, debido al ácido láctico producido durante el proceso. Ayuda a que el pan se mantenga tierno más tiempo.   Contenido del pan de masa madre Naturalmente, el contenido exacto dependerá de la harina que se emplee. Pero, grosso modo, una rebanada media de pan de masa madre (de aprox. 55 gramos) contiene o aporta: Calorías: 162 Hidratos de carbono: 32 gramos Fibra: entre 2 y 4 gramos Proteínas: 6 gramos Grasas: 2 gramos Selenio: 22% de la DDR (*) Folatos: 20% de la DDR Tiamina:16% de la DDR Sodio: 16% de la DDR Manganeso: 14% de la DDR Niacina 14% de la DDR Hierro: 12% de la DDR (*) DDR: Dosis diaria recomendada Beneficios para la salud Con esos pocos ingredientes, el pan de masa madre es todo lo natural que puede ser el pan. Pero ¿cuáles son los beneficios que aporta? Se digiere mejor que el pan normal Lo que es sin duda una buena noticia por los que padecen trastornos digestivos problemas como el síndrome de intestino irritable. Parte del gluten fermenta durante el proceso de elaboración de la masa madre, lo que puede suponer una digestión más fácil en personas con trastornos digestivos, en quienes el gluten fermenta en el colon, lo que puede producir hinchazón y diarrea. Hay quienes han suprimido el pan de su dieta, por problemas digestivos. La recomendación para ellos es probar a comer una pequeña cantidad y ver qué síntomas produce. Es más nutritivo Con sus sólo tres ingredientes -harina, masa madre y sal- es más nutritivo que el pan normal, y todo se debe, de nuevo, al proceso de fermentación. Todos los panes, de masa madre o no, contienen minerales esenciales para la salud: potasio, magnesio y zinc. La diferencia es que el pan normal también contiene fitatos, que son compuestos que dificultan la absorción de esos minerales. El pan de masa madre, contiene niveles muy inferiores de fitatos, pues durante el lento proceso de fermentación natural, se descomponen la mayoría de dichos fitatos, lo que facilita en gran medida la absorción de los minerales por el organismo. Muchos panes son altos en glucosa, lo que puede elevar la glucemia (o sea la glucosa en sangre) tras comerlos. El de masa madre contiene mucha menos glucosa, pues gran parte de ella se usa en la producción de la levadura natural. Los lactobacilos, las bacterias que contiene la masa madre, son las mismas que contienen el yogur o el kéfir y las que los hacen ser buenos probióticos. Son bacterias “amigas” del sistema digestivo. En María Drexler te ofrecemos masa madre integral de la marca Rinatura para tus elaboraciones. Fuente:https://www.mgc.es/

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El sirope de arce y sus beneficios (además de la famosa dieta)

Fecha: 26/Apr/2022

El sirope de arce es un producto que muchos asocian a un régimen que alcanzó gran popularidad hace unos años, pero este endulzante natural esconde multitud de efectos positivos para la salud El arce es toda una institución en Canadá. No hay más que ver esa bandera con franjas rojas y blancas cuyo centro preside una hoja de este árbol. No iba a ser menos su savia, cuyo dulzor encanta a los canadienses y, por cercanía, a los estadounidenses, que también lo producen, pero en menor medida. Los ciudadanos de ambos países son los mayores devotos de este néctar que lloran los arces durante la primavera cuando se inicia esta particular vendimia. Esta última empieza en los meses de febrero o marzo, dependiendo de las condiciones meteorológicas. No obstante, en España estamos muy poco informados de las bondades del sirope de arce, que solo alcanzó una particular fama y gloria con ocasión de una popular dieta que se basaba en este producto, el cual brota de los arces tras practicarles una delicada perforación que permite que la savia fluya hacia el exterior. En el libro 'Una granja en las Green Mountains', escrito por Alice Herdan-Zuckmayer, se explica maravillosamente el proceso: “Era marzo y Zuck llevaba a la cocina baldes con la savia que desde primera hora del día manaba de los árboles y, pasando por las espitas clavadas en los troncos, caía en los cubos colgados de los mismos. Yo tenía las fuentes del horno sobre el fogón y observaba el líquido acuoso que había de espesarse para tomar consistencia de sirope”. Lo cierto es que en España no somos muy proclives a consumir este producto, ni siquiera en los gofres que en Estados Unidos no conciben sin su buena ración de sirope de arce. Aquí, en cambio, preferimos aderezarlos con crema de cacao. ¿Qué aporta este endulzante? ¿Razones para empezar a consumirlo? Pues además de por su sabor, otras causas justifican que abracemos la causa del jarabe de arce, pues posee la mitad de calorías que el azúcar blanco, además de aportarnos potasio, calcio, vitaminas del tipo B, A y H, ácido fólico, riboflavina y zinc. En definitiva, un dulce bocado nutricional que no puede quedar reducido a un mero producto dietético que algunos emplean para poner en marcha dietas muy discutibles. Asimismo, parece que también sirve para mantenernos alejados del desarrollo de ciertas enfermedades. De hecho, algunos estudios realizados en la Universidad de Rhode Island (EEUU) han descubierto que el sirope está repleto de antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que pueden ayudar a combatir enfermedades como el cáncer, el alzhéimer, la osteoporosis y la diabetes. A una conclusión similar llegó un grupo de investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) pues se demostró que este jarabe puede ayudar a reducir la proteína que favorece el desarrollo de alzhéimer. El extracto de jarabe de arce, poder antibiótico Pero los resultados más sorprendentes vienen de la mano de un equipo de científicos que afirma haber encontrado una forma natural de reducir el uso de antibióticos. ¿Y cómo? Pues con un extracto de jarabe de arce que aumenta exponencialmente el poder de estos medicamentos tan básicos en la salud de la humanidad. En concreto, los estudiosos han hallado una especie de sinergia que se establece entre el antibiótico y el sirope que permite obtener el mismo efecto antimicrobiano, pero empleando un 90% menos de antibióticos. Esta ventaja ayudaría a disminuir el uso de antibióticos y reservarlos para casos más graves y, de esta manera, evitar que se generen resistencias a ellos. De hecho, conviene recordar que cada día encontramos más bacterias inmunes a los tratamientos antibióticos. A Nathalie Tufenkji, codirectora de este equipo investigador y profesora de la Universidad McGill, en Montreal (Quebec, Canadá), le asaltó la idea de investigar el jarabe de arce tras enterarse de las propiedades anticancerígenas de un extracto fenólico que contiene el sirope. "Eso me dio la idea de revisar su actividad antimicrobiana". Actualmente, Tufenkji está experimentando las posibilidades del extracto de jarabe de arce en ratones. Si los resultados son los esperados, aún tendremos que aguardar unos años para que se valore su inclusión como un medicamento más. El color importa Ahora que estamos más que informados del enorme potencial que encierra el sirope de arce, conviene que expliquemos los diferentes tipos que podemos encontrar en el mercado. De hecho, quizás un atento consumidor se haya percatado de que existen siropes de arce que presentan diferentes matices de marrón, pero esta pequeña diferencia de tono tiene que ver con el momento de la temporada en la que fue extraída la savia. Así, los de color ámbar claro, considerados de categoría A, han sido extraídos al principio de la temporada y presentan un sabor dulce y suave y, por lo tanto, concentran más glucosa y menos minerales. En cambio, hacia el final de la temporada es habitual cosechar un sirope más oscuro. A este segundo se le denomina de grado B y, como mencionábamos, corresponde a una temporada tardía. La cierto es que la B está considerada de calidad intermedia. De hecho, podemos encontrar casi el doble que en el A. También cabría hablar de una tercera, la C, que, según los entendidos, es el summum de los jarabes de arce gracias a su alta concentración de minerales. En tu tienda María Drexler puedes encontrar sirope de arce de la marca Rinatura. ¿Te animas a probarlo? Fuente:https://www.alimente.elconfidencial.com/

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Harina de maíz, maicena o sémola: ni son lo mismo ni sirven para cocinar las mismas recetas

Fecha: 19/Apr/2022

Las distintas variedades de este vegetal también se usan para diferentes objetivos culinarios Llámelo choclo, elote, maíz dulce o maíz, a secas. Por todas estas denominaciones se conoce a este cereal cuyo nombre científico es Zea mays var. saccharata. Llegó a Europa con los primeros viajes de los conquistadores españoles, fascinados por los granos de esta planta de tallo largo y robusto que, como poco, da una mazorca al año. Claro que el que hoy podemos encontrar en el mercado poco tiene que ver con el que encontraron Colón y sus navegantes. Las mazorcas lustrosas de ahora son fruto del trasteo botánico de los agricultores del este de Estados Unidos allá por los siglos XVIII y XIX. Más en concreto, del cruce entre el maíz dulce con variedades de maíz grano. La variedad más consumida en la actualidad es, efectivamente, la dulce. Posee un elevado nivel de azúcares, ya que se recoge antes del proceso de secado del grano y parte del azúcar no llega a convertirse en almidón. Otra variedad es maíz de harina que, como su nombre indica, acaba molido para fabricar harina de maíz, apto tanto para personas con intolerancia al gluten como para los que buscan un sabor diferente a la harina de trigo convencional. El maíz de corteza dura se caracteriza por su alto contenido en almidón, un blindaje natural frente a las plagas y los cambios de clima. Se usa para fabricar fécula de maíz. El maíz reventador, conocido en cualquier cine como pop corn, estalla cuando se somete a altas temperaturas, convirtiéndose en las famosas palomitas de maíz. El maíz dentado es el primo desfavorecido del clan: con mucho almidón, poca durabilidad y condenado a servir de alimento para el ganado. En Perú existe otra variedad, el maíz rojo, de color violeta y usado para producir chicha morada, una bebida fermentada de baja graduación alcohólica. El maíz fresco en mazorca se recolecta entre junio y septiembre, pero la industria alimentaria se las ingenia con distintas formas de conservación, desde envasarla al vacío, a desgranarla y meterla en latas o, directamente conservarla, para que esté disponible en cualquier momento del año. Deja en paz a las hojas de la mazorca Un buen grano de maíz tiene que ser de un color amarillo vivo y brillante. Si va a comprar la mazorca completa, que esté entera y sin golpes aparentes. Atención a la conservación, porque de cómo se haga van a depender muchas de sus cualidades nutricionales. El maíz contiene poca agua, un factor clave para asegurarle una larga y próspera vida, pero también muchos azúcares con una facilidad pasmosa para degradarse. Los agricultores saben que nada más sacarlo del maizal hay que bajar su temperatura hasta los -1 y 0ºC para que pueda almacenarse hasta dos semanas. De no hacerlo en las primeras doce horas, puede perder hasta el 50% de su contenido en azúcar y, entonces, adiós a parte de su dulzor característico. Si compras la mazorca fresca, métela directamente en el refrigerador, cubierta con un trapo humedecida y dentro de una tartera para que no pierda humedad y, sobre todo, sin quitarle las hojas que la cubren, pues acelerará la transformación de los azúcares en almidón dando como resultado unos granos gomosos. Dicho esto, cuanto antes le hinque el diente, mejor, no porque se ponga mala, sino porque su sabor se deteriorará. Otra opción es, directamente, congelarla. Por otro lado, si compras el maíz enlatado y no lo consumes de una vez, mételo en un tarro de cristal tapado y a la nevera. Tienes cinco días para consumirlo. Energía en grano El principal valor nutricional del maíz en mazorca fresco son sus hidratos de carbono complejos y simples (85,6 gramos/100 gramos), base casi por completo de su aporte energético (392 kcal). A cambio, apenas contiene grasas (0,92 gramos). El germen de maíz es rico en grasa, y es precisamente de ahí de donde se obtiene el aceite de maíz, formado, sobre todo, por grasas poliinsaturadas (ácido linoleico principalmente). Su aporte de proteínas es bajo, apenas aporta el 8,6% de la energía, pero tiene la ventaja de que entre ellas no se encuentra el gluten. Este dato es muy interesante para los celiacos, ya que el maíz sí entra en la lista de cereales que pueden comer sin riesgo. En cualquier caso, hay que tener presente que el maíz no aporta todos los aminoácidos esenciales y, como el resto de cereales, renquea en lisina y triptófano. A cambio, es buena fuente fibra (2,7 gramos). En cuanto al grano en fresco, no es un alimento especialmente generoso en vitaminas, pero sí el seco usado para harinas y sémolas. No obstante, en el fresco destacan los folatos y la vitamina B6 (0,2 mg), clave para el metabolismo energético y reduce el cansancio y la fatiga. Con respeto a los folatos, aporta 30 mcg de esta vitamina necesaria para el funcionamiento del sistema inmunitario y cuya presencia ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga. Su déficit puede producir anemia y, en caso de mujeres embarazadas, malformaciones en el tubo neural del feto. Vino de maíz La chicha lleva mucho tiempo siendo una bebida baja en alcohol en países como Perú. Se elabora a base de jugo de maíz morado fermentado y alcanza hasta los cinco grados de alcohol. Desde hace relativamente poco ya existe un vino realizado con esa variedad de maíz que alcanza los 12-14 grados de alcohol. No es el único uso que se da a esa mazorca violácea. Los científicos llevan tiempo dándole vueltas a las antocianinas, un compuesto fenólico que le da ese tono morado y con propiedades antioxidantes. ¿Harina, maicena o sémola? Cuando uno ejerce de cocinillas nivel intermedio empiezan a surgir dudas. ¿Es lo mismo la harina de maíz que la sémola? La respuesta es no. La harina de maíz integral mantiene muchas de las propiedades nutritivas del grano. La maicena es el almidón del maíz desprovisto del germen y salvado y se usa en repostería y en otros platos salados, como la bechamel, incluso para espesar salsas. La harina de maíz, en sus diversas variedades, se emplea para las tortitas, arepas y tamales. El gofio canario es un básico de la alimentación del archipiélago que se elabora con harina tostada de maíz y agua, y se puede añadir a mueslis, sopas, guisos o tomar solo como unas gachas para el desayuno. La calidad del gofio depende en gran medida de la velocidad al molerlo: cuanto más lento, mejor aroma, sabor y textura. De ahí que se valore más el molido a mano. La sémola es un tipo de harina sin germen ni salvado. Obviamente, sus cualidades nutritivas son más reducidas y, normalmente, se usa para fabricar pastas alimenticias, como fideos, macarrones o cuscús. Mucho más que un aperitivo Las palomitas de maíz no son un aperitivo descartable, siempre que las haga en casa, con su aceite de oliva y sin venirse arriba con la sal. "El problema no es el maíz, sino los ingredientes que le acompañan", sostiene la experta de la Academia Española de Nutrición y Dietética, Iva Marques. Este snack es mucho mejor que otros con más grasas mucho menos saludables. Pero el maíz no sirve solo para mover la mandíbula mientras ve su película favorita. También se puede disfrutar del placer de una mazorca a la parrilla, simplemente con sal o con pimienta o limón. Y en las comidas principales. Un plato sencillo para asegurarse todos los aminoácidos esenciales es la ensalada templada de garbanzos y maíz con cebolla. O crema de maíz, con patatas, nata y trozos de pimiento verde.  Recuerda que en María Drexler puedes encontrar Sémola de máiz ecológica de la marca Rinatura. Fuente:https://elpais.com/

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BIO Sirope de Arce

Fecha: 29/Mar/2022

Les presentamos nuestro producto BIO Sirope de Arce de la Marca Bio Rinatura que tenemos a su disposición en Maria Drexler: Uno de los complementos más populares en la preparación de gofres y tortitas es el sirope de arce, un producto elaborado a partir de la savia de estos árboles y que en países como Estados Unidos y Canadá es ampliamente consumido. Este jarabe presenta una textura melosa y un sabor muy dulce. Su elaboración se realiza a partir de la recolecta de la savia y su posterior cocción. Así, resulta un alimento muy nutritivo y natural idóneo para todo tipo de postres. PROPIEDADES SALUDABLES: Según una investigación de la Universidad estadounidense de Rhode Island, este jugo aporta antioxidantes y antiinflamatios que reducen el riesgo de padecer cáncer, alzhéimer y osteoporisis, entre otras enfermedades. Asimismo, es un producto rico en calcio, por lo que ayuda a mantener unos huesos en buen estado. Su contenido en potasio también favorece el buen funcionamiento del sistema nervioso. El sirope de arce también fortalece el sistema inmune y contribuye a combatir la presencia de bacterias en nuestro organismo. ¡Apuntate a un estilo de vida más saludable! Puedes encontrar Sirope de arce Bio Rinatura en nuestra web de María Drexler BIO RINATURA: En Maria Drexler tenemos a su disposición una amplia oferta de productos Bio de la Marca Bio Rinatura. Los productos de Bio Rinatura son: Libres de colorantes, conservantes y sabores sintéticos. Sujetos a constantes controles de calidad y ecológicos por parte de las autoridades responsables. Sencillos y, sobre todo, deliciosos compañeros para el día a día. Ofrecen seguridad y sustentabilidad. El mercado ecológico registró en 2020 el mayor crecimiento de su historia, superando los 120.000 millones de euros  

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